Wednesday, December 27, 2006

Mi silencio...




Déjame que te hable con mi silencio,
con mis labios callados, ausentes, muertos,
que mi silencio cuente lo que yo no puedo,
mi silencio de hielo, mi silencio de fuego.

Déjame que te hable con mi silencio,
cierra los ojos y escucha mis palabras,
palabras de soledad, palabras sin precio,
palabras que sólo el silencio alcanza.

Déjame que te hable con mi silencio,
silencio innato en mí cuando tú estás,
silencio del que el miedo siente miedo,
silencio del que no puedo escapar.

Déjame que te hable con mi silencio,
deja que mi cadáver te pueda hablar…

Thursday, December 14, 2006

Evasion (Escape), from the soul to the stars



Hace años, creo que fue en el verano de 2000, tenía un trabajo en el que no solía librar los fines de semana. No era algo que me importase demasiado, ya que por entonces yo no solía trasnochar los sábados ni cometer demasiados excesos.
Solía tener libres dos días, normalmente en mitad de la semana. Como ninguno de mis amigos libraba esos días, solía emplearlos en perderme por Sierra Nevada. Así, eran frecuentes mis ascensiones nocturnas al Mulhacén o mis caminatas con mochileros por las Alpujarras.

Recuerdo una noche de agosto en la que, después de pasar el día en la Vereda de la Estrella, decidí subirme a dormir al Mulhacén. Ascendí con mi coche hasta la barrera de borreguiles y de allí subí a pie hasta la pista que comienza junto al refugio de La Carihuela. Era una noche agradable y como sólo llevaba el peso de un fino saco de dormir y de algo de agua, no resulto muy duro el ascenso. Una vez en la Carihuela comencé a seguir la pista que conecta con Capileira, una pista que en las tinieblas de la noche puede parecer infinita. Al llegar a la laguna de la Caldera me detuve en el Refugio para pasar allí la noche. Esa noche no había nadie utilizando el refugio y, como no era tarde, serían poco más de las once de la noche, decidí hacer un último esfuerzo y ascender hasta la cumbre por esa vereda quebrada que las botas de los montañeros han labrado en el paisaje.
Cuando alcancé la cubre, busqué un lugar protegido del viento en el que extender mi esterilla y el saco para pasar la noche.
Una vez que me enfundé en el saco, observando el magnifico cielo estrellado y en la más absoluta de las soledades, me invadió una de las sensaciones más extrañas que he experimentado a lo largo de mi vida.
Bajo un firmamento infinito, con millones de cuerpos celestes, me sentí un ser absolutamente insignificante; sentí que todos éramos seres insignificantes en un mundo insignificante, que todas nuestras vidas con sus irresolubles problemas, con sus terribles dramas, son tan importantes para el orden del universo como el aleteo de una mariposa o el canto de un grillo.
Allí me quedé, con el cuerpo tumbado bajo las estrellas y la mente por encima de ellas, observando el universo, la tierra, la ciudad y a mi mismo desde la perspectiva que da esa altura. Allí me di cuenta de nuestra insignificancia, de nuestra fragilidad; de que sólo somos polvo de estrellas, de que no somos más importante que nada, pero tampoco nada es más importante que nosotros; de que somos tan extensos como el universo y tan pequeños como el corazón de una libélula; tan fuertes como una roca y tan frágiles como un gota de rocío. Que, en definitiva, sólo somos, al igual que todo lo que nos rodea, átomos en continuo movimiento, fragmentos de una infinita danza cósmica…

Es bueno de vez en cuando salir de uno de mismo, ver los problemas, los sentimientos y la vida desde un lugar elevado, ver que las cosas tienen la importancia que se le quiera dar; que nada es demasiado grande ni demasiado pequeño y que más allá de nuestros problemas y de nuestras inquietudes, volvemos a estar nosotros…

Wednesday, December 13, 2006

Des pensées




Cuando quiero pensar
no puedo hacerlo,pues sólo pienso
en que tu no estás,
en que te has ido,
en que no te encuentro.


Desorientado, perdido,
como un naúfrago en la mar,
no se explicar lo que siento,
no puedo dejar de amar
tu recuerdo...

Monday, December 11, 2006

heart ache

Me dueles porque no estás,
porque respiro tu ausencia ,
porque no te quiero amar
pero tu amor no me deja.

Me dueles dentro del alma,
en mi pobre corazón,
en mis pupilas bañadas
por la desesperación.

Me dueles como en silencio,
taciturno es mi dolor,
es más inmenso que el cielo
y más fuerte que el amor.

Me dueles y yo lo siento…
Me duele tanto tu adiós…




.

Wednesday, December 06, 2006

Rain in loneliness


Ahora juego a echarte de menos
en las frías y limpias calles encharcadas,
yo te busco cerca, pero tu estás lejos
y ando en soledad por las calles y plazas...

Saturday, December 02, 2006

Death Street


Mi colección de callejeros se incrementa con esta pequeña joya. "La calle de la muerte". No se si existen muchas ciudades que hayan dedicado una calle a la parca. La muerte, tan presente en la vida, tan necesaria como evitada. Nadie le canta a la muerte, ningún poeta la glorifica. En nuestra sociedad la muerte es un silencio incomodo, nunca hablamos de ella, a pesar de que es inevitable su llegada. La muerte de las cosas bellas, la muerte de los seres queridos, la muerte de nuestras mascotas. Todas las muertes que suceden a nuestro alrededor son enterradas en algún recóndito rincón de nuestra memoria. Necesitamos creernos que nuestro fin está lejano, que la muerte siempre está demasiado ocupada con otros como para pensar en nosotros.
-¿Dónde vives?
- Vivo en la calle de la Muerte, en un pequeño laberinto de paredes blancas y olor a azahar, en el corazón de una Córdoba legendaria.
Madrid tiene el único monumento al Ángel caído del mundo, Córdoba tiene la única calle de la muerte que conozco.

Friday, December 01, 2006

Good morning Sadness


Puedo sentir tu ausencia entre mis brazos,
de mis pupilas húmedas, las lagrimas caer,
puedo mentirme, pensando que te he olvidado,
hablarle a tus recuerdos, llorarle a la pared.

Puedo sentir tu ausencia ante mis ojos,
puedo creerme ciego, pues miro y tu no estás,
y aunque me mezcle con la gente seguiré estando solo,
tal vez tu ausencia me haga amar la soledad.

Puedo sentir tu ausencia en la mañana,
"buenos días tristeza" digo al despertar,
y siento que soy hijo de la nada,
que la nada me espera si junto a mi no estás.

Friday, October 06, 2006

Lejana y sola

Resulta incongruente que desde el Consistorio cordobés se pida a los ciudadanos que apoyemos la candidatura de la ciudad para la Capitalidad Cultural, mientras por otro lado realiza políticas de destrucción del patrimonio cultural y natural que avergüenzan a propios y extraños.
Se habla de patrimonio, de su importancia y de la necesidad de conservarlo mientras, por otro lado, se apuesta por disminuir la superficie protegida del entorno de Medina Azahara.
Se habla de legalidad urbanística, pero las parcelaciones y las edificaciones ilegales surgen como hongos, alentadas por la connivencia de unos políticos adictos al sillón.
Se apuesta por la conservación del entorno natural y por otro lado se da vía libre a la destrucción y urbanización de parajes de excepcional valor ambiental como son los Baños de Popea.
En definitiva, el Gobierno local de Izquierda Unida apuesta por la urbanización y la especulación sin límites, aunque sea a costa de destruir el patrimonio histórico y natural, valores que las administraciones están obligadas a preservar.
La comisión que designará la Capitalidad Cultural debería de tener en cuenta la actitud y el comportamiento del Ayuntamiento de Córdoba antes de decidirse por alguna de las ciudades candidatas. Quizás la denominación que Córdoba se merezca sea la de Capital Europea de la barbarie

http://www.abc.es/20061013/cordoba-opinion/cordoba-capital-europea-barbarie_200610130308.html

Wednesday, September 27, 2006

Calle de los abrazos


Creo que eran "Los secretos" los que tenían una canción que se llamaba la calle del olvido. Tambíen Joaquín Sabina bautizo una vía en una de sus canciones como calle melancolía. En mi pueblo, cerca del lugar donde yo vivo, existe una calle que se denomina calle de la amargura. Aparte de alguna excepción como la anterior, no conozco ninguna calle cuyo nombre evoque sentimientos ni sensaciones. Casi todas las calles hacen honor a algún personaje histórico, a algún artista o a algún suceso más o menos relacionado con el lugar de ubicación de la calle.
Así, por ejemplo, aunque mucha gente lo desconoce, el paseo de los tristes, hace evocación con tan romántico nombre a los cortejos fúnebres que ascendían hasta el cementerio granadino por este lugar, con anterioridad a la construcción de los actuales accesos.

A veces los lugareños ponen un nombre a alguna calle que no coincide con el nombre oficial, también cerca de dónde vivo existe una calle cuyo nombre es Tucuman, pero ninguna persona mayor de cuarenta años la llama así, sino que suelen llamarla calle Tostao, que es como la han llamado toda la vida.

Otras veces son los propios vecinos los que exigen un cambio de denominación para su calle, recuerdo que cuando era pequeño existía una calle que se llamaba "cochinicos" y que algún concejal cambió por el de "azahar".

Los políticos no suelen ser muy originales a la hora de bautizar un espacio público, aunque por suerte no vivimos en un país anglosajón en el que las calles se denominan por números.

El otro día, mientras caminaba por el centro de Granada intentando lesquivar a la ingente marea humana que había salido para ver la procesión de la Virgen de las Angustias, pasé por una calle sin nombre, una calle por la que no había pasado nunca. Dicha vía está situada en un lateral de la Biblioteca de Andalucía y desemboca en la calle Gran Capitán. Dicha calle, que carecía de rótulos que le dieran nombre, había sido bautizada por alguien como calle de los abrazos. Una denominación bonita, original y adecuada que deberían de tener en cuenta la Coorporación Municipal.

Monday, September 25, 2006

Fast food



Granada no es conocida internacionalmente únicamente por la Alhambra, también es conocida como la ciudad del botellón. Esto se debe a la labor de una clase política que prefiere jóvenes aborregados enganchados a un biberón de calimocho, antes que personas que desarrollen una conciencia crítica que pueda cuestionar sus políticas basadas en el desarrollo insostenible y en la especulación urbanistica. Políticas que se han asentado a lo largo y ancho de toda la piel de toro y de sus archipiélagos y que parecen diseñadas para incentivar el consumo de cemento y de paso engrosar las cuentas corrientes de una clase elitista y corrupta formada por políticos y empresarios.
Todos estos pensamientos arriaron en mi mente al contemplar el grafiti que algún inspirado poeta había dejado grabado en una pared del bajo Albaicín. Allí, en un destartalado paredón del barrio más antiguo de Granada, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, entre el olor a orines y a alcohol producto del botellón de la noche anterior y el aroma de las higueras generosamente cargadas de frutos, algún poeta desarmado, que no desalmado, había escrito una frase llena de contenido, una pura lección de filosofía en apenas siete palabras.