Wednesday, January 31, 2007

A ti... (II)


Hoy,
no te voy a decir
que me muero de ganas de decirte
que te quiero…

Que
tras cada beso,
en cada abrazo,
hay una profunda respiración
y un minúsculo silencio
en el que la vocales y las consonantes
de esas dos palabras, de esas tres sílabas
se paran en el abismo de mis labios.

Hoy
no te voy a decir
lo que gritan las yemas de mis dedos,
lo que describen mis ojos
ni lo que delata mi sonrisa.

Pero mañana, antes de verte,
dejaré a mi cobardía colgada en el perchero,
entrenaré con las vocales
y guardaré en el bolsillo
un puñado de consonantes.

Mañana, cuando te bese,
mientras se anudan nuestras manos,
acercaré mis labios a tu oído,
cerraré los ojos
y te susurraré, lentamente,
que te quiero…


Olds poems (IV) A veces...

A veces suelo quererte
mucho, tal vez demasiado,
tanto que mi alma se duele
cuando no estás a mi lado.

A veces te quiero tanto…
es tan insondable este amor
que sólo como tus labios
y sólo bebo tu voz.

A veces suelo quererte,
a veces te quiero tanto…
Así, sin más, de repente,
sin yo quererlo…Te amo.

Monday, January 29, 2007

Olds poems (III)


Camino por vastas llanuras
entre amplias soledades,
en la noche, luna confusa,
olmos, fuentes y encinares.

Camino envuelto en la niebla
entre los desnudos bosques,
respiro barro, agua y piedra
y bebo líquida noche.

Camino por planas montañas,
camino por tu camino,
echo de menos tus ramas,
soledad, fuente y quejigo.

Camino entre tus recuerdos,
ando sobre lo vivido,
entre inmensos pensamientos,
almendro, jara y olivo.

Ando y busco tu mirada,
ando huyendo del destino,
calor blanco, luna velada,
nieve, soledad y olvido.
( en el pojlle de La Nava)

Sunday, January 28, 2007

Exile in your smile

Déjame que me exilie en tu sonrisa desnuda,
déjame que te abrace y que me duerma en tus ramas,
cuando caiga la noche serás mi luz de luna,
será mi firmamento tu sonrisa descalza.

Déjame que me bañe en el río de tus sueños,
deja que me sumerja donde me arrastre el agua,
que me empape tu risa, que me lleve tu viento
por pequeños caminos entre Lauxa y Granada.

Déjame que amanezca exiliado en tu risa,
déjame que despierte enredado en tus zarzas,
déjame que amanezca, al despertar el día,
exiliado en tus ojos, recostado en tu alma…

Saturday, January 27, 2007

A ti...


Carreteras sinuosas me llevan
a ti.

Y me siento a esperarte en la rama desnuda
de un invierno extraño,
impaciente, como un niño la noche de reyes,
inquieto, como las pequeñas patas de un gorrión,
feliz…

Corro, a tu encuentro,
siempre hambriento de tu sonrisa
y del azul chispeante de tus ojos.

En ti empieza y termina mi carretera,
como en ti comienzan y acaban mis besos.
Y no te beso sólo con mis labios,
te beso también con mi alma.
Y no te abrazo sólo con mis brazos,
te abrazo con el corazón…

Pequeños caminos me llevan
a ti…

Wednesday, January 24, 2007

Olds poems ( II )


Te regalaré una hojarasca de otoño
envuelta en un halo de magia lluviosa,
te daré mil rayos de sol embarrados
y una noche con nieve en el pico Tiñosa.

Te daré un Lobatejo con cielo estrellado
y un reflejo de luna bañada en Fuenfría,
un búho entre sombras, el Bermejo velado,
un vuelo de halcón y un bosque de encinas.

Te daré una borrasca calada hasta los huesos
y una puesta de sol en el picacho de Cabra,
bellotas de Albayate entre leyendas de Zuheros,
senderos por maleza entre piedras y aulagas.

Te daré mil gotas de rocío marchitadas
por las caricias del sol borracho de febrero,
te daré un abrazo de viento congelado,
te daré... mi invierno.

Tuesday, January 23, 2007

Olds poems ( I )

Sobre mi cara
llueven pétalos de almendro
una plomiza mañana
del mes de enero.

En la montaña,
en el Puerto del Cerezo,
entre quejigos y aulagas
siempre ascendiendo.

Sobre mi espalda
transporto lluvia e invierno
y en mi memoria amarga
va tu recuerdo.

Piedras mojadas
por el llanto del cielo,
una niebla diáfana
lia tu cabello.

Bajo la calma
de este eterno silencio
las nubes enojadas
visten mi cuerpo.

Sobre tu cara,
sobre mi cuerpo muerto,
en mi alma derrotada
llora el almendro.

Tuesday, January 16, 2007

Sombras ( espejismos) Shadows (mirages)


Y volví a pasear por calles pequeñas.
Unas calles solitarias que despertaban tímidamente, como en una mañana de domingo.
Calles de piedra y cal, de adoquines ajados y geranios que nos saludaban.
La mañana se ocultaba tras un velo de nubes casi diáfanas y yo le ofrecí mi cuerpo, para que lo acariciara con los rayos de este sol borracho de enero. Sentía que ese calor matinal sobre mi piel eran tus dedos, y sonreía y caminaba ajeno a las palomas que se arremolinaban en torno a la fuente, y al repicar de las campanas de la catedral.
Construimos palabras imposibles, mezclando lenguas y diccionarios y nos reímos de los maniquíes de los escaparates.
Y rocé tu mano con mi mano, y arremoliné tu cabello entre mis dedos…
Pero la ciudad despertó y las calles pequeñas se llenaron de turistas despistados y de mercaderes de recuerdos.
La ciudad despertó y el estrépito del día ahuyentó a tu fantasma.
Y volví a caminar, esta vez solo, por las calles pequeñas, y las caricias del sol ya no eran tus caricias, y los geranios escondieron sus flores hasta la primavera…
Caminé por las calles pequeñas, en soledad, desde la Torre de la Malmuerta hasta la Puerta de Almodóvar, cabizbajo, observando tu sombra junto a la mía, aplastadas las dos sobre los adoquines gastados de esta Córdoba milenaria.

Wednesday, January 10, 2007

walk on tombs ( marcher sur des tombes )

Una de las calles del casco histórico de mi pueblo está pavimentada con trozos de lápidas. Así, si se camina con la cabeza cabizbaja, observando el suelo, no será dificil observar letras con los nombres de los difuntos, o fragmentos de las frases empleadas en las inscripciones funerarias.

Lo típico; habría que arreglar algún desperfecto, no quedarían losas, así que el operario va al cementerio, coge alguna lápida en desuso y le da una nueva utilidad. En fin, es normal que con tanto fragmento, algunas inscripciones se quedaran a la vista. Claro que la gente tampoco va mirando al suelo, a no ser que lleven encima una depresión de caballo.

Aunque quizás la historia sea aún más escabrosa; todos conocemos la escasez de espacio que existe en los camposantos; muchos muertos y pocos nichos. Asi, quizás el político de turno ingenió la maravillosa idea de exhumar a los muertos y a las lápidas, y todos juntos y revueltos, adheridos con esa consistencia que da una buena dosis de cemento, han pasado a formar parte del paisaje edáfico del centro de la ciudad. En cierto modo, se ha tratado de un acto de bondad; acercar los muertos a los vivos. Ahora nunca serán olvidados; Tu familia y amigos no te olvidarán porque caminarán todas las mañanas sobre tu lápida.
Estoy pensando en avisar a Iker Jiménez... Si en Belmez aparecen caras en las paredes, en mi pueblo aparecen nombres de difuntos en el suelo. ;)

Monday, January 08, 2007

Ciegos

Calle de los ciegos. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Ignorar las evidencias, justificar actitudes, mirar para otro lado... Comportamientos muy habituales en el ser humano. Negarse la realidad, reinventar la historia a nuestra medida... Dicen que el mayor ciego es el que no quiere ver...
Mi amigo Peque solía decir que cuando no se quiere hacer algo se buscan excusas y justificaciones y que cuando se quiere hacer se encuentran soluciones y se hace. Los ciegos excusamos y justificamos todas las ausencias, todos los silencios, buscamos una o mil razones para mantener esa frágil capa de pintura rosa que la lluvia de realidad se empeña arrastrar para mostrarnos un color oscuro.
Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver...

Sunday, January 07, 2007

january

En el silencio sordo de las piedras,
en el pausado sueño del tiempo,
el desesperante eco de tu ausencia
emerge doloroso en mi recuerdo.

Asciendo a La Tiñosa huyendo de tus sombras,
me hago polvo de roca y vuelo con el viento,
quiero dejar de ser corazón y memoria
quisiera poder olvidarte, pero no puedo.

Las montañas fosilizan las heridas de mi alma,
entierro mi corazón en este desierto,
en la soledad de la noche estrellada
busco tus ojos, pero no los encuentro,
busco los tristes lagos de tu mirada,
busco tus abrazos, y no los siento…

Monday, January 01, 2007

El guerrero y la niebla


Una niebla inconstante cubría el extenso campo de batalla. El guerrero abrió los ojos desorientado, sin saber bien el lugar en el que se encontraba ni hacía que punto dirigir sus pasos.
A pesar de su densa experiencia en la guerra, nunca antes había vivido una experiencia similar.
Tras unos segundos, que le parecieron horas, de aturdimiento, el guerrero reconoció a su adversario, que se levantaba fuerte e invencible ante su cuerpo semi desvanecido. El adversario levanto su espada y la dejó caer por su propio peso, sin apenas emplear fuerza, sobre el pecho del guerrero, atravesando su armadura y seccionando en dos mitades su órgano vital.

- Lo nuestro ha terminado, lo siento- dijo el adversario
- pero…- casi suplicó el guerrero
- Está más que reflexionado, es mi decisión- espetó

El guerrero sintió como el vacío se adueñaba de su alma, como cualquier atisbo de vida se difuminaba de su rostro.
Pensó que no existía en el universo una armadura capaz de soportar semejante golpe. Realizó un amago de empuñar su arma, que se encontraba en el suelo al alcance de su mano izquierda, pero las fuerzas le abandonaron y decidió dejarse morir.

El cuerpo herido del guerrero se desplomó sobre un suelo tapizado de narcisos. El adversario arrojó su espada al lado del cuerpo moribundo y se marchó después de volver la mirada y lanzar un último dardo:
-Lo siento- dijo besando sus labios atónitos- Cuídate.

Las mañanas amanecieron, unas tras otras, sobre el silencioso campo de batalla. El cuerpo del guerrero continuaba tendido en el suelo. Su armadura, poco a poco, se fue cubriendo del verde del musgo y del blanco de las heladas. Su corazón continúo desangrándose lentamente, manchando de rojo el amarillo insultante de los narcisos.

Algunos atardeceres, el viento llevaba hasta sus oídos el murmullo del adversario. A lo lejos, tras las imponentes moles de las últimas montañas, el adversario se reía y se jactaba de su victoria…