Nadie quiere bailar con muertos, pensó mientras observaba los destellos de las luces de la pista de baile. Era la fiesta de graduación, su vestido negro, especial para la ocasión, contrastaba con sus pálidas manos, que agarraban una copa de ponche que le habían servido unos minutos antes. El calor que el alcohol reflejaba en sus pómulos adolescentes contrastaba con el frío artrítico de su pecho.
Allí estaba él, rodeado de animadoras, vistiendo una camisa blanca en lugar del usual polo del equipo de rugby. Los muertos son invisibles, por eso nadie los invita a bailar. Término su copa y se fue al baño a maquillar su corazón.
Porque nadie quiere bailar con muertos.
Tuesday, October 14, 2014
Monday, October 13, 2014
Niebla
El rugido de los morteros se transformo primero en un insoportable chirrido en sus oídos, y en un espeso silencio después. Entre la disolución de humo y niebla que cubría la inmensa llanura del campo de batalla se perfiló la silueta del soldado que avanzaba exhausto, arrastrando sus pies y cargando sobre su hombro , inerte y ensangrentado, su propio cadáver.
Catorce de julio
Era un caluroso catorce julio, pero aquel invierno nunca acabaría. Mientras ponía el café a calentar apuraba el segundo cigarrillo del día. En la televisión daban el parte meteorológico, las temperaturas seguirían ascendiendo, la ola de calor persistía en todo el país. Echo un breve vistazo al dormitorio vacío y el frío recorrió su cuerpo, ese frío odioso e inevitable que humedecía sus huesos. De nuevo las borrascas rompieron en sus pupilas. Otra vez la lluvia caía con ímpetu en el interior de aquella pequeña cocina. Era catorce de julio, pero aquel invierno parecía no tener fin.
Sunday, October 12, 2014
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